Natura xilocae

Journal of observation, study and conservation of Nature Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal de l'observation, l'étude et la conservation de la nature et des Terres de Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal der Beobachtung, Erforschung und Erhaltung der Natur und der Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Gazzetta di osservazione, lo studio e la conservazione della natura e Terre Jiloca Gallocanta (Aragona) / Jornal de observação, estudo e conservação da Natureza e Jiloca Terras Gallocanta (Aragão)

viernes, 2 de enero de 2015

CONSTRUYENDO ACEQUIAS, DESTRUYENDO PAISAJE

Con los primeros hielos severos por las tierras altas del Jiloca y Gallocanta la otoñada pasada parece un suave y cálido recuerdo de luz entre árboles rojos, ocres y amarillos. En octubre disfruté con mis padres de una mañana cogiendo moras por la Virgen del Rosario. Suave y soleado, era el día perfecto para disfrutar del campo.

El camino estaba lleno de nueces bajo los nogales que lo flanquean, por lo que también aprovechamos y las recogimos del suelo. Aun con algo de barro, el golpeteo de la lluvia contra el suelo había marcado días atrás las nueces más viejas, que yacían como pequeños tesoros abandonados.

Los zarzales se encuentran repartidos junto al río y la acequia, creando una orla de espinas semicontinua entre el río y el camino, un paseo delicioso en todos los sentidos.

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Justo antes de iniciar la caminata, entre la Ermita de la Virgen del Rosario y el Puente Romano, había restos de vegetación arrancada y sin recoger donde antes había una acequia con algunos zarzales buenos. Las máquinas habían preparado el suelo para la canalización de la acequia y nadie se molestó en limpiar los restos de árboles y arbustos, arrancados y desvencijados a su suerte.

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De todos es sabido el lamentable y escaso apego al paisaje y al cuidado del entorno en estas tierras. Podemos recordar por ejemplo la lentitud en sellar los viejos vertederos que aún hoy siguen contaminando pequeños enclaves, en este blog lo hemos comentado en muchos post:

http://naturaxilocae.blogspot.com.es/2009/02/basureros.html

http://naturaxilocae.blogspot.com.es/2010/10/sabinar-de-olalla-o-el-basurero-ilegal.html

http://naturaxilocae.blogspot.com.es/2013/11/escombros-y-otros-vertidos-solidos.html

http://naturaxilocae.blogspot.com.es/2010/10/escombrera-de-badenas.html

Pero ante una obra como el pantano de Lechago, que ha propiciado el manejo de muchos millones de euros y el entubado de muchos cientos de metros de acequias como medidas anexas a la mega obra, ¿qué menos que un plan de gestión de los residuos vegetales y restos generados en estas obras "menores"? Más aún en el entorno de la Virgen del Rosario, un lugar mimado desde hace años donde se han cuidado los detalles y la gente va a pasar un buen rato en familia, a merendar, comer, pasear... ¿Por qué importa tan poco nuestro entorno, nuestra naturaleza, incluida la de los pocos lugares emblemáticos que nos quedan?

El valle del Jiloca se ha dado al silencio tras el desvío de casi todo el tráfico por la A-23. El entorno es tranquilo y sus montes poco a poco van recuperando cubierta arbórea, sobre todo en las zonas repobladas por pino carrasco.

Con una estrecha franja de vegetación de ribera, en algunos tramos incluso inexistente, el Jiloca desciende por el valle flanqueado por sus acequias laterales, que permiten regar la vega más alta. Estas acequias eran limpiadas con regularidad por los regantes, lo que garantizaba su cuidado y la circulación del agua y aportaba un caudal y humedad al freático de todo el conjunto, que propiciaba la aparición de pequeños árboles y arbustos, diversificando y ampliando la representación del cauce central.

Con la canalización de las acequias los regantes han eliminado su problema de limpieza de un plumazo pero sin tener en cuenta nada más. Con el tiempo, a medida que el freático creado por las acequias vaya desapareciendo es de suponer que también lo hará gran parte de la vegetación.

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Por no hablar del mundo de los anfibios... Sólo hay que darse una vuelta por los alrededores de estas acequias en cualquier día de primavera o verano y escuchar a multitud de ranas y sapos que viven en pequeños tramos.

¿Cuántos jornales hubieran supuesto el importe de la canalización en estas obras en tiempos en los que la mano de obra se agolpa en las filas de las oficinas de empleo, incluso de nuestros pueblos? ¿Por qué no se tienen en cuenta estas exigencias del medio rural y se crean puestos de trabajo que redundan en la mejora de los regadíos y de agro sistemas que se armonizan perfectamente con la mejora y cuidado de nuestro entorno natural, a la vez que pudieran disminuir (aunque fuera estacionalmente) las cifras del paro rural? ¿Se ha llegado a plantear alguna vez este tipo de medidas?

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